El vulcanizado: El proceso que divide la historia del caucho en dos
07/01/2021Conoce la historia de caucho, su evolución industrial y su importancia en la sociedad actual con CAELCA S.A.S.
Inicios
En primer lugar, los egipcios extraían de la acacias nilótica, un árbol que crece en las orillas del Nilo, un líquido para sacar caucho natural-viscoso de propiedades medicamentosa, diecisiete siglos antes de nuestra era. Era la goma, llamada luego arábiga, que aún hoy en día es empleada en algunos productos como pastillas y jarabes contra la tos. No conocían ninguna otra propiedad de ese producto en aquel entonces.
Mucho más tarde, después de la conquista de América, los españoles conocieron en Brasil esa sustancia que servía para hacer pelotas de juego. Los aborígenes nativos de la región, hacían incisiones en el tronco grisáceo, alto y liso de ciertos árboles llamados Hevea, que de ellos emanaba una sustancia elástica conocida hoy como Látex. La recogían con cuidado y la arrollaban con precaución para moldearla, hasta darle forma de pelota.
Durante la conquista
Intrigados los conquistadores les preguntaron qué hacían con aquel molde realizado, y la repuesta fue una demostración, ya que se pusieron a jugar con esas pelotas que rebotaban sobre el suelo.
Asimismo empleaban esa sustancia para otros usos: conocían su impermeabilidad y su inflamabilidad, se untaban con ella sus ropas para protegerse de la lluvia, o hacían proyectiles que arrojaban encendidos sobre los enemigos.
Los árboles productores de goma abundan en todo el bosque tropical-sudamericano (la Amazonia), pero, en aquella época, la falta de conocimientos técnicos adecuados impidió que su explotación prosperara. Ese producto era considerado, simplemente, como una sustancia curiosa, al igual que otras halladas en el Nuevo Continente.
Un largo viaje
Es aquí donde la historia del caucho se pone interesante, ya que gracias al explorador francés Carlos María de La Condamine, quien de casualidad obtuvo en sus manos la muestra de látex en estado natural, lo analizó y comprendió los excepcionales servicios que ese producto podría prestar. En el año 1735, el explorador francés salió de Francia, llegó al Perú y se internó en las regiones casi inaccesibles de la Amazonía, para encontrar aquel árbol maravilloso que producía ese látex.
Pero su viaje a la cuenca del Amazonas en ese momento fue en vano, y tuvo que regresar a Francia, pero no abandonó jamás sus proyectos, ya que preparó una segunda expedición y en una estación favorable del año se embarcó para la Guayana Francesa en Suramérica.
Carlos María de La Condamine
El preciado árbol de la Hevea
En cuanto llegó, tuvo noticias del codiciado árbol que tanto estaba buscando. Se las proporcionaron algunos aborígenes nativos que huían de las autoridades portuguesas de aquel entonces. Ellos hicieron unos dibujos del árbol, de sus hojas, e inmediatamente el explorador francés encomendó a sus hombres la misión de buscarlo.
Pocos meses después supo que estos árboles crecían, en abundancia, en muchas regiones tropicales americanas.
Desde ese momento, la Hevea (planta productora del caucho) comenzó a despertar interés en el continente europeo. Los diarios de esa época afirman que la onza de látex se vendió a una guinea, la guinea era una suma de dinero muy considerable en aquel tiempo.
Edward Nairne
Primeros usos
Su primer uso fue utilizando el jugo lechoso de la Hevea en un traje de caucho, que lució el rey de Portugal en 1759.
Gracias al inglés Edward Nairne, en 1770, el caucho comenzó a usarse en el campo industrial. El inglés tuvo la idea de mezclar al látex ciertas sustancias granulosas que se empleaban para limpiar metales: la piedra pómez y el esmeril.
Con el producto obtenido de esa mezcla modeló un pequeño prisma que frotó sobre un papel manchado: las manchas desaparecieron inmediatamente dando origen al borrador. En la misma época, el químico británico Joseph Priestley, experimentó mucho con el látex buscando aplicaciones industriales mucho más importantes.
Desarrollos importantes
En 1785, el físico Alejandro Charles ( Jacques Alexandre César Charles) diluyó goma en trementina y con esa solución untó el tafetán que sería la envoltura de su aeróstato.
En 1793, el inglés Samuel Peal patentó un procedimiento para la impermeabilización de tejidos tratados con una solución de goma en trementina.
Ya 1823, El escocés Charles Macintosh inventó el impermeable, y fundó la primera fábrica de objetos de caucho (en los países anglosajones, los impermeables se llaman macintosh).
Aumento de la industria del caucho
La gran demanda por parte de los mercados europeos indujo a los brasileños a aumentar la producción de caucho, que se elabora en el Estado de Para (Brasil) y de allí es exportado. Los primeros objetos de caucho confeccionados en Europa revelaban, algunos graves defectos en esa época.
En primer término, se gastaban rápidamente. Además, en la estación calurosa se ablandaban, mientras que con el frío se endurecían, perdiendo buena parte de su elasticidad. El escocés Charles Macintosh inventó el impermeable, y fundó la primera fábrica de objetos de caucho (en los países anglosajones, los impermeables se llaman aún hoy «macintosh»).
La gran demanda por parte de los mercados europeos indujo a los brasileños a aumentar la producción de caucho, que se elabora en el Estado de Para (Brasil) y de allí es exportado. El nombre de «para», que todavía se le da a una calidad de caucho, deriva de ese Estado brasileño.
Descubrimiento del proceso del caucho vulcanizado
Los primeros objetos de caucho confeccionados en Europa revelaban, sin embargo, algunos graves defectos ya que se gastaban rápidamente, y además, en la estación calurosa se ablandaban, mientras que con el frío se endurecían, perdiendo buena parte de su elasticidad.
El norteamericano Charles Goodyear descubrió mucho más tarde el secreto de la vulcanización. Sus trabajos fueron lentos y tenaces.
A pesar de las dificultades, que parecían invencibles, conservaba su inquebrantable confianza. Se proponía perfeccionar la pasta de látex volviéndola menos pegajosa y más elástica y resistente.
El proceso de vulcanización es lo que divide la historia del caucho en dos, gracias a Charles Goodyear, ya que, como pocos descubrimientos importantes, este fue también por casualidad. (hablaremos de ello en un futuro blog).
Una curiosa noticia que cambia el rumbo de la historia del caucho
En este punto la historia del caucho, se pone intrigante, ya que en 1907 Se difundió una extraña pero alarmante noticia entre los comerciantes brasileños y africanos: Se habían ofrecido en el mercado 6.000 toneladas de caucho producido en plantaciones del país Malasia Inglesa. ¿Qué había ocurrido?
Con gran sigilo, desde hacía algunas décadas, el gobierno inglés de la época, había estado estudiando la posibilidad de crear plantaciones del árbol Hevea, ya que si esta planta crecía espontáneamente en las regiones tropicales americanas, era posible trasplantarla y hacerla crecer en algunos territorios coloniales ingleses con un clima igual. Tiempo después, en 1876, un joven industrial inglés, residente en Brasil, Enrique Wickham, había logrado eludir la aduana brasileña y sacar de Brasil 70.000 semillas de Hevea.
Comienzos de la exportación de Látex los países asiáticos
El material, llegado a Inglaterra, fue objeto de extraordinarios cuidados por parte de los botánicos, que comenzaron a sembrar las pequeñas semillas en invernaderos. Solamente unas 3.000 semillas germinaron, pero fueron más suficientes. Las plantitas fueron enviadas a la isla de Ceilán, pero allí crecieron muy pocas.
Se decidió, entonces, trasplantarlas a la Malasia Inglesa, y el resultado fue óptimo. Luego, los cultivadores ingleses sustituyeron las plantaciones de café, por las del árbol del caucho y así fue como la Malasia Inglesa se convirtió en la segunda patria de la Hevea.
A las plantaciones inglesas pronto siguieron las holandesas en Indonesia, las estadounidenses en Liberia (África) y en Brasil, y las francesas en Indochina.
Por otra parte, los estudios y cuidados particulares que tuvieron lugar en las plantaciones, ya sea sobre el cultivo de la planta, como sobre la forma más rendidora de extraer el látex, hicieron que la producción del caucho de plantación fuera mejor y más abundante que la natural.
En la actualidad, mucha gente se ocupa en recoger la preciosa savia de la Hevea.
Solamente en Asia se dedican a ello más de dos millones y medio de obreros.
También en América hay grandes plantaciones.
¿Te pareció interesante conocer la historia del caucho? en un futuro blog hablaremos del proceso que dividió la historia del caucho en dos.
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Imágenes:
- Wikipedia.org
- ocu.org
Fuentes:
- historiaybiografias.com
- Lo Sé Todo – Tomo I
- Enciclopedia BARSA – Tomo 8
- Enciclopedia Estudiantil – Tomo III CODEX El Caucho
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